Una de las operaciones más habituales a realizar en las carreteras sobre las capas de rodadura son las de conservación del firme donde el objetivo consiste en mantener o recuperar las características perdidas con el tiempo, la acción del tráfico o las condiciones ambientales, y que requieren su restablecimiento para aportar mejoras en aspectos relacionados con la seguridad o en algunos casos también con la estética. En estas actuaciones, es cada vez más habitual el empleo de microaglomerados en frío que por sus cualidades corresponde a una técnica sostenible, producto que encaja dentro del propósito del proyecto REPARA.

También es importante destacar que entre las diferentes técnicas que se pueden emplear en actuaciones de conservación, el empleo de los microaglomerados en frío es una apuesta dentro de la estrategia de la Economía Circular por el reducido consumo de materiales, al ser un tipo de aplicación realizada para pequeños espesores, y con la posibilidad de su reutilización, consiguiendo de esta forma cerrar el bucle tanto económico como medioambiental.

Los microaglomerados en frío no es una técnica nueva sino que dentro de las actividades de construcción, presenta una larga trayectoria y donde los comienzos de su aplicación se remontan a los años 60, con el nombre de slurry.

Para conocer este tipo de técnica lo primero es definir en que consiste y de que elementos la componen, para lo cual atendemos a lo descrito en el PG-3 donde los microaglomerados en frío lo definen como “mezclas bituminosas con consistencia adecuada para su puesta en obra directa e inmediata, y que se fabrican a temperatura ambiente mediante emulsión bituminosa, áridos, agua y, eventualmente, polvo mineral de aportación y aditivos”.

25_1

Según la definición corresponde a una mezcla fabricada a temperatura ambiente lo que la convierte en un material con una importante contribución frente a la sostenibilidad en los procesos de construcción, pero además por su cualidades ofrece unas prestaciones muy interesantes que hacen de la técnica un tipo de material a considerar en actuaciones de conservación de los pavimentos de las carreteras.

Dado que este blog está asociado a un proyecto de I+D+i, se puede plantear la siguiente pregunta, ¿qué innovación puede presentar un microaglomerado en frio dentro del proyecto REPARA y que aportación puede ofrecer en las actuaciones de rehabilitación de firmes?

Para responder a la primera parte de la pregunta, hay que tener en cuenta el carácter técnico de este tipo de material sobre todo en la selección de los materiales más apropiados para asegurar un buen proceso de fabricación y puesta en obra que repercutirá en sus prestaciones.

25_1

Los materiales son fundamentales y deben ser adecuados para cumplir con unas exigencias de calidad importantes para los áridos, que deben presentar una buena resistencia al desgaste, una adecuada naturaleza y grado de limpieza de impurezas, que asegure la adhesividad árido ligante. Pero no menos importante es la emulsión, que debe ser específica y adecuada a las características de los áridos y que por su versatilidad, es posible emplear y diseñar emulsiones concretas para adaptarse a las propiedades de los áridos.

El desarrollo innovador dentro del proyecto REPARA, se relaciona por un lado en el diseño de emulsiones bituminosas específicas y de mejores prestaciones y por otro en el empleo, como material granular de 100% de RAP (material reciclado procedente de la carretera). El tipo de emulsión por tanto debe asegurar y permitir una buena adhesividad con los áridos cubiertos de un betún envejecido con el ligante de la emulsión.

25_1

En cuanto a la segunda parte de la pregunta sobre la aportación de los microaglomerados en frío en las actuaciones de conservación, es importante señalar que su empleo se puede realizar en actuaciones de conservación tanto preventiva como curativa. Como actuación preventiva permite ofrecer una protección de las capas de rodadura al envejecimiento frente a la oxidación, para prolongar su durabilidad, actuando además como un material de impermeabilización. En cuanto a su empleo en actuaciones curativas con esta aplicación, se consigue recuperar las prestaciones superficiales perdidas en el tiempo por desgaste y envejecimiento contribuyendo a aportar mejoras en cuanto a la seguridad al proporcionar textura en la superficie, así como contribuir a recuperar su aspecto estético.

Se puede asegurar que el desarrollo de microaglomerados en frío dentro del proyecto REPARA permite conocer y analizar el comportamiento de una técnica que, con el empleo de un ligante a temperatura ambiente y con la novedad de incorporación de RAP, como sustituto de material virgen, contribuye a disponer de una técnica con un importante grado de sostenibilidad englobando todos los aspectos que el término abarca:

  • Medioambiental: reducción de emisiones por el empleo de una técnica en frío así como también en la reutilización de un material como el RAP que para su eliminación se requiere disponer de una sistema de gestión adecuado contribuyendo además evitando el empleo de material virgen que implicaría la explotación de canteras
  • Económico: además de que la aplicación de microaglomerados en frío es una técnica económica, con la posibilidad de reutilización de material de la propia carretera (RAP), se consigue economizar en la adquisición de nuevos materiales
  • Social: las propiedades que ofrece esta técnica contribuye a mejorar el servicio que se ofrece al usuario en cuanto a seguridad mejorando la rodadura sobre el firme así como su aspecto estético

Aunque son muchas las ventajas que los microaglomerados en frío puede ofrecer en las actuaciones de conservación y rehabilitación, si bien hay que tener en cuenta que su puesta en obra tiene sus limitaciones y una de ellas es el estado del firme donde se va a aplicar. Este tipo de técnica no sería viable, en situaciones en las que el firme se encuentre en un estado de agotamiento importante, por lo que previamente es necesario proceder a un saneo para reducir estos defectos.